jueves, 5 de marzo de 2009

Entre tapas y cañas, y con permiso de algún cigarrillo ajeno, en el Café Elvira de Granada, tuve el placer de conocer a Juan Felipe “Pipe”, pintor expresionista de Molina de Segura, pero andaluz de acogimiento desde los 10 años y una dura vida, pero interesante y llena de anécdotas, como las de toda la vida.

Me pregunté porque tanto mostrar a seres históricos y puede que sublimes, pero que nunca conocimos personalmente y dejar de estar atentos a seres reales que sienten y sufren como nosotros. Por eso pregunté y escuché a Juan Felipe.

Este es un pequeño fragmento de una hora de puro sentimiento y pasión por las artes y letras castellanas.



¿Quién eres?

Soy un pintor expresionista no abstracto y quijotista, de origen murciano, pero me considero andaluz. Soy un artista que como todos los que hoy conocemos, en vida fueron pobres, miserables y olvidados, sobre todo, incomprendidos.

¿Por qué andaluz?

Nací en Molina de Segura (Murcia), tierra de pimientos y tomates, pero pronto, a los 10 años, abandoné el hogar materno, ya que no conocí a mi padre, para ir a trabajar al campo andaluz. Y desde entonces a esta parte, más de 40 años después valoro mucho a la gente y esta tierra que me acogió en aquellos tristes días.

¿Tan bien fue aquel cambio?

No, porque la mayoría de mi vida la he pasado en la calle, o en la Marina, que no se que es peor. Aquí he conocido el problema del alcohol y las enfermedades como la hepatitis. Pero no todo en la vida son desgracias, sino las ilusiones y los sueños. Y en eso soy el más rico del mundo.

¿Qué tipo de ilusiones y sueños pueden alegrar la vida de alguien que lo ha pasado mal y tiene una vida tan difícil?

No quiero ser rico ni famoso, pero si me gustaría que reconocieran mi trabajo al menos.

Explícame un poco tu trabajo.

Sobre todo es pintura de tipo expresionista, pero no abstracta, y la mayoría de mis obras tienen un aire quijotesco.

¿Por qué no abstracta?, y sobre todo ¿Por qué el Quijote?

No me dice nada la pintura abstracta y creo que no diría nada haciendo abstracto. Y respecto al Quijote, pues que te voy a decir. Cuando mi madre me hizo el atillo para marchar al campo olivarero jienense, entre una pieza de chorizo marchaba un Quijote. Es un personaje con el cual me identifico bastante. El Quijote es todo, tanto el personaje como la obra.

¿Dónde podemos ver tus obras?

(Sonríe con ironía) Casi todas mis obras las tengo que ir vendiendo para poder, no solo comer y poder vivir, sino para comprar más materiales para continuar la obra. Aunque actualmente tengo expuestas ilustraciones del Quijote en un edificio de la Junta en Málaga, y lo que más me llena de orgullo, 21 obras de mi nuevo proyecto personal, en el colegio público de Pitres (Alpujarras granadinas).

¿Cual es ese proyecto personal?

Llegar a 2016, centenario de la muerte del Gran Miguel de Cervantes, con 124 cuadros del Quijote. Uno por capítulo. Y si echáis cuentas llevo meses de retraso.

El Quijote lo conseguiría.

(Ríe) Entonces sí. Esperemos que la hepatitis y el alcohol me respeten hasta entonces. Seguro que sí.

En este punto hablamos sobre la obra del Quijote, y pudimos comprobar su especialización en el tema, dando su opinión sobre el autor alcalaíno y su personaje universal; recitando incluso alguno de sus pasajes, como el de “los galeotes”.

¿Qué haces y a que te dedicas actualmente en Granada?

Tuve que abandonar mi antigua casa por que no alcanzaba a pagar los gastos de ella, y estoy viviendo con un gran amigo que me acoge en su cueva del Sacromonte. Ya no quiero ni pedir en la calle ni vender más, sino trabajar para hacer esa obra de la que hablaba, en honor de un personaje tan sublime.

El solo intento ya le honra seguro.

(Tras un revelador silencio) Te cuento un sueño: sería poder exponer en la Universidad de Alcalá de Henares en 2016 con mis 124 cuadros, y poder finalizar mi otro proyecto: escribir a mano la primera edición de Juan de la Cuesta en castellano antiguo e ilustrarlo yo mismo.

Mientras nos dibuja un apunte, conversamos sobre el Arte. ¿Qué es para ti el Arte?

Como me explicó mi maestro Francisco Ruiz Ferrándiz, el Arte es como una pirámide. Arriba los leones que marcan y matan estilos, como Picasso o Dalí, y abajo los chacales que maman de ellos, como yo.

¿De quien eres tú chacal?

(Sonríe amablemente) Me gusta mucho Van Gogh. Y seguí a Luis Garay, otro mendigo murciano e incomprendido artista en vida. Me interesó al saber que mi padre y mi abuelo le invitaban periódicamente a comer.

¿Por último?

Es algo que soñé. Al final, cuando el Quijote está en su lecho de muerte, y reconoce que todo fue invención e ilusiones suyas, y por fin de tanta pena por dejar de ejercer su noble profesión muere. Entre sollozos de los allí presentes, llaman a la puerta. Y cual es la sorpresa de todos, que al preguntar y abrir la puerta, una bella mujer, se presenta como Dulcinea del Toboso.

Nos despedimos hasta pronto de Pipe, Juan Felipe, bajo la promesa de cómo mínimo conocer sus progresos y visitar al menos su obra en el colegio de Pitres. Y claro está, de repetir más tardes de tan interesante y sorprendente conversación.

Esperamos poder haceros llegar los progresos de Pipe en sus proyectos y alguna de sus obras.

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