jueves, 19 de marzo de 2009


Que hay individuos que no pueden vivir entre sus semejantes  no cabe duda... Que desechada la pena de muerte, al menos “legalmente”,  se deben instrumentar medidas para apartar de la sociedad a verdaderos depravados, tampoco parece discutible. La única duda por resolver, es si se deben encerrar para siempre o hasta que cumplan unos más o menos años de cárcel, ateniéndonos a la premisa y mandato constitucional de la rehabilitación y reinserción.

Quién más quien menos conoce a alguien que ha cumplido o cumple condena en prisión, como para opinar si la cárcel es solución de nada. Y en ciertos aspectos estoy convencido de  que es inútil y hasta contraproducente para reinserciones o rehabilitaciones, conceptos fantasía irrealizables, supongo surgidos del invento de los “campos de reeducación” de tan terrible memoria.  Máxime la cárcel puede actuar de disuasión ante el posible delincuente, y hasta para el ya experimentado, pero de eso a pretender que  se enderezará una personalidad, parece;  o una torticera elucubración de iluminados “científicos” de la mente humana, o un farisaico postulado de la Sociedad  ante la inhumanidad de un castigo terrible, la “privación  de libertad”.

Solo cabe el interrogante ante la dudosa capacidad humana de impartir Justicia, añadiendo que el tema Justicia es tan grave que ni de lejos se puede o debe dejar a profesionales funcionarios sin intervención directa de los más posibles ciudadanos, jurados simples o mixtos, revisiones y segundas instancias, y amplios comités interventores en los muchos mecanismos de control del proceso penitenciario.

He visto, indiferente ante la salvajada, linchamientos, palizas de muerte, navajazos... todos ellos en muchos casos “por la cara”. He convivido con individuos que merecían mil muertes y perpetuas… Pero también he visto, sufrido e intuido tantas barbaridades de la “Justicia” que no me atrevo a conceder a ningún Sistema la capacidad ni siquiera de Juzgar. Mal dilema, pero ante la depravación, no valen ambigüedades, por lo que la cadena perpetua está más que merecida… y es necesaria… pues un degenerado violador y asesino, como por ejemplo ocurre en el caso de más actualidad, el asesinato de Marta del Castillo…repetirá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario