Esta semana os invitamos a leer Democracioa show , de Joaquin Bochaca, una exelente medicina en tiempos de anestesia mediatíca, de cultura de masas de encefalograma plano y ruedas de molino, y de educación dirigida a que nuestro niños y jóvenes se conviertan en esclavos hiperconsumista."Hay una Historia oficial, que se escribe para los muchachos de las escuelas y, eventualmente, para el consumo del gran público, y hay, por supuesto, una Historia real, que no se escribe en libros de gran tirada, que incluso, a veces, no se escribe y que, en todo caso, hay que leer entre líneas o deducir del encadenamiento de los hechos, tal como se van produciendo, e independientemente de la música que los mass media ponen a tales hechos.
No deja de llamar la atención que mientras cualquier ciudadano de criterio, formación y talento medianos, admite sin ningún género de dudas que la publicidad puede no decir siempre la pura verdad, que los balances de una empresa comercial pueden estar arreglados; que las declaraciones de impuestos pueden contener alguna falacia por omisión; que una información comercial periodística puede ser, en realidad, un anuncio de pago camuflado; que en toda negociación o trato comercial no se dice necesariamente la pura verdad y que cualquier comerciante, cualquier profesional, incluso cualquier artista enmascara, cuando no desfigura deliberadamente la verdad en pro de sus intereses, ese mismo ciudadano, en cambio, acepta las verdades oficiales de la Historia de los libros de texto con sorprendente candor. Es sorprendente, pero es así."
martes, 10 de febrero de 2009
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