El gobierno “socialista” continua con su paquete de medidas para hacer frente a la crisis mundial de que somos victimas, pero que recordamos no es excusa, para que cada país tome las medidas necesarias para, en su ámbito, hacerla más llevadera. Aquí os traemos algunas de estas medidas.
Una de las más curiosas ha sido el debate formado por la campaña que una asociación atea esta llevando a cabo en varias ciudades españolas con carteles en los que se puede leer; Dios no existe, deja de preocuparte. Las hormigas, como alguna vez hemos comentado, no somos practicantes de ninguna religión y desde luego que esta campaña no nos crea ningún tipo de urticaria ni nada parecido, pero si nos da rabia, y mucha, que sea en estos momentos cuando el gobierno socialista de Cataluña saca esta campaña con la única intención de desviar la atención de los problemas reales y correr así una cortina de humo.
Otra importante fue el circo montado alrededor del juicio en el que se juzgaba a algunos “personajes” de la vida política del País Vasco por esas reuniones que todos conocían, del primero al último en los gobiernos tanto nacional como regional y que toda España sabíamos que iba a quedar en lo que quedo, absolutamente nada. Es una pena que la lucha contra el terrorismo, como la llaman los políticos, se haya convertido en un elemento de disuasión de los problemas reales. Para nosotros ETA ya no es nada, solo es lo que los políticos quieren que siga siendo. Y el problema vasco, es un problema que empieza en las escuelas, donde el adoctrinamiento y el lavado de cerebro que la juventud vasca sufre, llega a límites deleznables desde que entran por la puerta de las ikastolas, ese es el problema real.
Pero si en este mes ha habido una cortina de humo condenable, esa ha sido la utilización del gobierno, con su presidente a la cabeza, de la lucha del pueblo palestino. No logramos entender como el gobierno “socialista” puede llegar al punto de utilizar dicha lucha para sus oscuros intereses. Como después de 16 días de bombardeos y mil muertos pudo tener la desvergüenza de salir hablando en nombre de los palestinos con la única intención de tapar los índices de desocupación, que fueron retrasados deliberadamente. Usando para si un conflicto terrible, sus muertes o sus intereses -recordemos que España vende armas a Israel- lo que consigue es convertir la lucha de un pueblo por su patria en una cortina de humo para crear en la opinión pública un nuevo debate y así no hablar de su desastrosa gestión de la crisis.
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