El concepto de nueva ciudad, se basa en el desarrollo comercial, desarrollo en el cual, se crean grandes centros comerciales donde los ciudadanos acuden a pasar el total del día rodeados de tiendas y lugares donde lo único que se hace es gastar desde que entras hasta que sales. Este nuevo concepto pierde los valores de percepción y disfrute de la ciudad paseando en ella, y nos lleva a unos inmensos palacios del consumo donde no existe ninguna relación con la naturaleza estando estos totalmente climatizados tanto en verano como en invierno.
Las ciudades se han convertido en un gran hipermercado, cada día 2000 mensajes nos invitan a comprar artículos que no necesitamos, estamos inmersos en el consumismo el cual se alimenta de la influencia de la publicidad y esta se basa en ideas tan falsas como que la felicidad se basa en la adquisición de productos. Consumir quiere decir tanto utilizar como destruir. En la sociedad de consumo, no solo sentimos cada vez mayor dependencia de nuevos bienes materiales y derrochamos los recursos, sino que el consumo se ha convertido en un elemento de significación social, se comprar para mejorar la autoestima, para ser admirado y deseado.
El consumismo aumenta las diferencias existentes entre los países desarrollados y los países del tercer mundo.
El consumismo agota las reservas materiales y la aumenta la cantidad de residuos produciendo un deterioro en el medio ambiente.
Las personas atrapadas por el círculo consumista pierden su propia identidad al confundir lo que son con lo que poseen, en su forma de verlo, el consumo es un modo adecuado e inteligente de conseguir la felicidad.
Con todo esto podemos afirmar que el consumismo es injusto, insolidario y deshumanizador.
Es injusto e insolidario tanto con respecto a la mayoría de la humanidad que no tiene acceso a bienes y servicios esenciales como con respecto a las generaciones futuras que se encontraran con la naturaleza agotada y contaminada por las ansias consumistas de sus precedentes.
Es deshumanizador porque desvirtúa la identidad de las personas y no conduce a la felicidad.
Si piensas que haces lo que quieres y no estás influenciado para tomar tus propias decisiones, estás equivocado. Por muy autentico que quieras ser, el medio y los medios influyen sutilmente en ti para influenciarte. Nos bombardean con anuncios y trucos publicitarios para conocer productos y así identificarnos con una marca y comprarlo, porque eso es lo que hacemos, compramos la marca y no el producto.
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