El gobierno destina millones y millones de Euros a Asociaciones Parasitarias que tienen como función la ayuda social al ciudadano. El problema reside en que dicha ayuda, además de no ser para todos los ciudadanos, en muchas ocasiones ni tan siquiera existe o no todo ese dinero es usado para ello, más bien lo es para llenarse en los bolsillos.
Estas asociaciones con distintos nombres, pero de sobra conocidas por todos, y controladas políticamente por distintos partidos, gastan nuestro dinero en campañas de publicidad que no sirven para nada, con el único fin maquillar sus gastos y justificarlos, pero… ¿Su función es real? ¿Cuánto de ese dinero es usado en campañas reales de ayuda al ciudadano?
No es lógico que asociaciones definidas como “sin animo de lucro” y “no gubernamentales” reciban sus ingresos de manera gubernamental, sin control ninguno del gasto. Y mucho menos que los dirigentes de esas asociaciones tengan sueldos de ministro, que al final pagamos todos, estemos o no de acuerdo con sus fines.
Creemos que la ayuda social debe ser facilitada por instituciones controladas por el estado. Actualmente sabemos que existen problemas reales como la vivienda, el desempleo, falta de recursos económicos, hambre, fracaso escolar, drogadicción… Todos estos problemas requieren de gran ayuda por parte del gobierno y no estaría mal que toda la inversión dedicada a estas asociaciones parasitarias, se destinara a la búsqueda y solución de estos problemas.
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