lunes, 9 de marzo de 2009

Parte 3

Estados controlados por las multinacionales:

El lobby tutsi es la avanzadilla de un plan mucho más amplio. El ingeniero de minas Pierre Baracyetse elaboro en 1999 un detallado informe sobre la relación entre las multinacionales, los minerales y la guerra de la República Democrática de Congo. En el informe se dice, entre otras cosas, que detrás del drama que vive el África central desde 1990, inmediatamente después del final de la guerra fría, se desarrolla una lucha sorda entre las multinacionales mineras. Los yacimientos en otros lugares del globo están ya explotados en buena parte, cuando no agotados, y los que aún se encuentran en explotación presentan unos costes que los hacen poco rentables. De ahí que los grandes financieros del mundo hayan puesto los ojos en el África central, donde los yacimientos conocidos permanecen intactos o están mal explotados y, por tanto, pueden abrir mercados a los grandes capitales.

Ya en 1996, cuando los rebeldes anuncian la toma de las principales localidades de la República Democrática de Congo, los medios de comunicación se esforzaron por precisar la importancia económica de esos acontecimientos y desenmascararon a sus actores principales, hasta entonces desconocidos: grandes grupos financieros e industriales interesados en la explotación de los recursos mineros de Congo. En concreto: Consolidated Eurocan Ventures, del Lundin Group; Barrick Gold Corporation –BGC-, actualmente segunda en la clasificación mundial de la producción de oro, y la compañía minera más importante del mundo, aparte de las petroleras, Anglo American Corporation –AAC-, de Suráfrica. Hay también empresas “pequeñas” y menos conocidas, pero decididas a enfrentarse con las grandes en un terreno en plena crisis. Tal es el caso de American Minerals Fields Inc. –AMFI- y de su asociada American Diamond Buyers, así como de Canadá, Suráfrica, Uganda, Bélgica, Israel…

Creada en 1995, AMFI ha sido forjada como un instrumento destinado a ejecutar en África la voluntad de dominación económica de los financieros occidentales y, particularmente, para realizar en la República Democrática de Congo los planes de ciertos vampiros de compañías americanas que participan en las grandes jugadas estratégicas mundiales que tienen que ver con la ciencia, la tecnología, las finanzas, la industria o la política.

África constituye una jugada esencial en esta partida de vampiros a escala planetaria. Con casi la tercera parte de las reservas de materias primas del mundo que se liberan progresivamente, tanto desde el punto de vista de la cooperación social –dejada en manos de las organizaciones parasitarias del tipo “ONG”- como en el aspecto militar, los países africanos se han convertido en presa fácil de las empresas multinacionales. Para controlar mejor sus capitales, éstas imponen a los pueblos dirigentes políticos, a menudo casi desconocidos, con lo cual desestabilizan la región y, con la excusa de una supuesta pacificación, brindan a las fuerzas de la ONU la oportunidad de ratificar una escisión. Pero ellas logran crear así su estado dentro del País.

Ésta es, a grandes rasgos, la sutil tela de araña de un negocio internacional que está alimentando una guerra en el corazón de África y empobreciendo a los ciudadanos de uno de los países más ricos de la tierra.

Pero hay más. El IPIS -Servicio de Información para la “Paz Internacional”- ha realizado un minucioso estudio sobre las vinculaciones de empresas occidentales con el coltan y, por tanto, con la financiación de la guerra en la República Democrática de Congo.

Los documentos reunidos por esta organización establecen que la compañía belga Cogecom sprl ha sido un socio clave en el monopolio instaurado por los rebeldes congoleños. Las transacciones entre Somigl y Cogecom supusieron 600.000 dólares para la RCD sólo en el mes de diciembre de 2000. Otras transacciones similares han tenido lugar entre Somigl y Cogear, una compañía con una dirección ficticia en Bélgica.

Eagle Wings Resources –EWR- es una joint-venture -empresa de riesgo compartido- entre la americana Trinitech y la holandesa Chemi Pharmacie Holland. El representante local de EWR en Kigali es Alfred Rwigema, el cuñado del presidente Paul Kagame. El informe de las Naciones Unidas acusa al presidente ruandés de jugar un papel motor en la explotación de los recursos naturales de la República Democrática de Congo. La dirección de EWR afirma haber rechazado propuestas comerciales de Grands Lacs Metals, otra compañía del coltan controlada por el ejército ruandés. .

Alcatel, Compaq, Dell, Ericsson, HP, IBM, Lucent, Motorola, Nokia, Siemens y otras compañías punteras utilizan condensadores y otros componentes que contienen tántalo, así como las compañías que fabrican estos componentes como AMD, AVX, Epcos, Hitachi, Intel, Kemet, NEC.

En los años transcurridos hasta hoy han disputado la guerra dos bandos no demasiado estrictos.

Ruanda, Uganda y Burundi, apoyados por los EE.UU., solventados por créditos del FMI y el Banco Mundial, y ligados a varias milicias “rebeldes” con nombres exóticos -Movimiento de Liberación del Congo, Coalición Congoleña para la democracia-, por un lado, y la RDC -liderada por uno de los hijos de Kabila, después de que su padre fuese asesinado por ruandeses-, Angola, Namibia, Zimbabue y Chad y las milicias -hutus y maji-maji- correspondientes, por otro. En 1999 se establecieron las líneas divisorias entre las fuerzas opuestas, en el Acuerdo de Lusaka, una suerte de reparto del territorio, a la usanza de la Conferencia de Berlín de 1885, donde las potencias europeas se distribuyeron el continente para facilitar el saqueo y explotación . Una de las posibilidades futuras es, entonces, la partición de la RDC.

CONTINUARA EL PROXIMO LUNES...

No hay comentarios:

Publicar un comentario