miércoles, 4 de febrero de 2009

La industria farmacéutica está guiada por ganancias igual que cualquier otro negocio. La diferencia fundamental es que la gran mayoría de negocios no impactan directamente sobre nuestra salud.

La salud y vidas de centenares de millones de personas y las economías de todos los países son mantenidas cautivas por las inversiones farmacéuticas. Las compañías farmacéuticas gastan el doble de la cantidad de dinero en comercializar drogas que lo que invierten en investigación real. Hasta ahora, la industria farmacéutica se ha presentado como un benefactor de la humanidad sin la cual no podría existir ninguna sociedad moderna. Un simple vistazo sobre la naturaleza de la industria farmacéutica revela una descripción realista.

La industria farmacéutica no es una industria de salud que crezca naturalmente, sino un negocio de inversión creado artificialmente y basado en la engañosa promesa de proporcionar salud. El mercado de la industria farmacéutica es su cuerpo, pero sólo mientras este esté enfermo. La prevención, el tratamiento de la causa raíz y la erradicación de enfermedades disminuye o destruye los mercados farmacéuticos, por lo tanto, esto no entra en los intereses de la industria. La gran mayoría de las drogas farmacéuticas no tienen una eficacia probada y están simplemente orientadas a los síntomas. Las bases de las enormes ganancias de esta industria no es luchar contra las enfermedades. Debido a que muchas drogas farmacéuticas son moléculas sintéticas, son tóxicas para el cuerpo humano y frecuentemente provocan serios efectos secundarios, nuevas enfermedades e incluso la muerte.

Para ocultar este sistema de engaño global la industria farmacéutica gasta más dinero para camuflar su engañoso esquema de negocios que en investigación. Este dinero se utiliza para amplias campañas publicitarias, lobbying y otras medidas.

Las vitaminas y otras terapias de salud natural están amenazando las bases mismas del negocio farmacéutico por que previenen o amenazan la causa de las enfermedades más comunes actuales y por que generalmente no son patentables y por lo tanto tienen bajos márgenes de ganancia. Las terapias de salud natural y la industria farmacéutica hacen negocio con la enfermedad. Son incompatibles y no pueden coexistir. La precondición para la prosperidad a largo plazo de la industria farmacéutica es la eliminación total de las terapias naturales. La vitamina C controla los "radicales libres", la cual es un factor principal para curar el cáncer, enfermedades cardíacas y diabetes.

Muchas enfermedades nuevas son invento de industria farmacéutica mundial para vender medicamentos. Hay estudios que reflejan resultados según los cuales el 70 por ciento de los grupos médicos que elaboran guías para tratar enfermedades, tienen conexiones financieras con laboratorios.

Tampoco debe permitirse que su uso no sea específico, es decir, que se induzca su consumo de manera inadecuada. Por ejemplo, con la edad llega la menopausia en las mujeres, pero hoy es una enfermedad declarada y tratada con medicamentos. ¿Cómo se crean? Existen varias formas, como ampliar el espectro de las enfermedades. Por ejemplo, si se reducen las cifras anormales de presión arterial, de un día para otro, muchas personas que un día estaban sanas amanecen convertidas en hipertensas, por lo que deben tomar medicamentos.

Otra vía es convertir los síntomas en un problema de salud, como ocurre con el colesterol. Nadie enferma del colesterol, porque es un factor de riesgo, pero lo tratan como si fuera eso, una enfermedad. Una tercera táctica es convencer a la gente de que condiciones normales, como la menopausia o el embarazo, son patologías que hay que medicar.

¿Quiénes inventan? La mayoría son las empresas farmacéuticas y grupos de médicos que aumentan síntomas o crean nuevas dolencias. Es un negocio, para cada droga inventan un mal. Procesos normales como el envejecimiento, el embarazo, el parto, la infelicidad o la muerte tienen un fármaco a su servicio.

¿Qué otras enfermedades son creadas? Entre otras están la calvicie, la timidez, la tristeza, la baja estatura, la pereza, el aumento de peso, la osteoporosis, la andropausia y la menopausia.

¿Qué hay de malo en promover bienestar? No es eso, pero ¿quién no ha tenido fatiga o cansancio, bajones de ánimo o unos gramos de más? Eso se llama vivir y no necesita tratamiento. Se obliga a la gente a medicarse ante la primera sensación.

¿Quién la induce? Es un proceso complejo y bien planeado por las corporaciones farmacéuticas, con el apoyo de políticos y publicaciones de corte científico, que luego soportan grandes campañas de publicidad. El objetivo es el lucro a través de la venta de medicamentos.

¿Cuál es el papel de los médicos? Sin ellos no hay enfermedad: unen síntomas, recogen datos, alimentan estadísticas y producen informes -casi siempre financiados por la industria-, que luego se difunden en congresos patrocinados por esas mismas drogas. Por ejemplo, en el consenso que unificó los parámetros para definir la disfunción sexual en 1998, en Boston, 18 de los 19 autores declararon tener vínculos con la industria farmacéutica.

Puede parecer que estamos en contra de los medicamentos... Nada más lejos de la realidad. Se trata de promover una cultura lógica y ética, que preserve la salud y no promueva la enfermedad. Hoy en día un niño a los 2 años, sin estar enfermo, ha sido visto por más médicos que los que han visitado en conjunto sus padres. Eso no es normal.

Debemos dejar de confiar en la información patrocinada por empresas farmacéuticas sobre enfermedades que tratan de catalogar la mayor cantidad de personas saludables como enfermas. Llevar una vida sana, con ejercicio y alimentación sana hará que no tengamos que dejar nuestra vida en manos de los vampiros farmacéuticos.

Porque estamos a favor de la naturaleza y lo natural, en contra del poder mundial que intenta controlarlo todo, y porque no caeremos en la trampa de jugar a su juego de introducir aditivos en los alimentos que generan enfermedades a las cuales sólo existe la cura que sus ramas farmaceuticas ofrecen, porque estamos en contra de su manera de adueñarse de las tierras por medio de hacerlas infértiles tras 4 generaciones de productos transgénicos plantados, por esto y por muchas cosas más...

Si quereis saber mas sobre el problema aquí os dejamos un enlace donde se explica la estrategia de una de sus mayores productoras, la multinacional Monsanto.
http://www.ecoportal.net/content/view/full/42928

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