sábado, 27 de diciembre de 2008


Irán, la antigua Persia, cuna de una de las civilizaciones más antiguas y destacadas de la historia, es un país que debido a su ubicación en Asia Occidental ha sido desde principios de la humanidad un punto muy deseado por los países dominantes. Este enclave es de gran importancia ya que sirve de unión entre dos continentes. Irán limita con el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán por el sur. Y con países de relevancia “estratégica” como Pakistán y Afganistán por el este y Turquía e Irak por el oeste. Así como Azerbaiyán y Armenia por el noroeste, sin olvidarnos del mar Caspio en el norte, cruce de gran importancia comercial entre Europa y Asia.

Con todos estos antecedentes, en la actualidad Irán, ha sido marcado como un objetivo directo de las fuerzas dominantes del planeta, principalmente por su programa de investigación nuclear. Algo que parece solo puedan usar los países “elegidos”. Estas fuerzas están interesadas en Irán por su situación y no nos dejemos engañar otra vez, por su gran cantidad de yacimientos petrolíferos. Nos quieren vender que este es un país dictatorial, anclado en el pasado y tercer mundista, en el que sus casi 70 millones de habitantes, de los cuales la mitad es menor de 25 años, están sometidos a un vil gobierno que controla todo.

Ahora bien, la realidad de Irán es otra bien distinta. Irán es una republica islámica, elegida por referéndum popular, que se instauro después de la revolución de 1979 que expulso al Sah, en la cual el presidente es elegido tras unas elecciones democráticas en las que tienen derecho a voto todos aquellos iraníes mayores de 18 años. Estos comicios son realizados cada cuatro años, siendo los últimos los de 2005 en los que salio elegido Mahmud Ahmadineyad como presidente de la republica. En estas elecciones no existen los partidos políticos, si no personas que muestran sus intenciones a partir de las cuales el pueblo decide lo mejor para su país. Aunque nos venden que es un país donde todas las decisiones las toman los islamistas, la realidad es que en su parlamento tienen cabida todas las religiones existentes en el país. Como punto negro, si deberíamos decir que no existe un censo electoral y cualquier persona puede votar en cualquier parte del país.

Nos dicen que Irán es un país tercer mundista sin ningún tipo de avance. Pero Irán es un país a la vanguardia en cultura, arquitectura y literatura, sin olvidarnos del cine Iraní, que ha conseguido importantes logros a lo largo de su historia.

Lo que debemos tener claro es que Irán no es el país que nos quieren mostrar desde las manos que mueven el mundo. Es un país con unos principios claros, con un desarrollo evidente y una autogestión que muchos otros países envidian. Ha sido incluido en el “eje del mal” debido a que no capitula a los intereses de Norte America e Israel y continúa su camino con unos fundamentos identitarios basados en las necesidades de su población.





1 comentario:

  1. Viendo algún comentario que hemos recibido nos gustaría decir que no seguimos ninguna ideología, que estamos muy hartos y muy lejos de todos esos postulados, sean los que sean. Que no creemos que políticas de hace 70 años tengan cabida en el mundo y la realidad que vivimos.

    Queremos acabar con este sistema -que nos oprime, nos esclaviza, nos exprime hasta la última gota.Que acaba con toda tradicion, cultura o pueblo, sea el que sea- y con su único y verdadero ideal, EL DINERO.

    NO SOMOS NADA.

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